La carne de las terneras de Vuelta y Vuelta se caracteriza por su ternura y sabor. Y su secreto es el aceite de oliva virgen: son terneras de pasto, que viven al aire libre, y se alimentan durante toda su vida de hierba y de un forraje que lleva un suplemento de 1,5% de aceite de oliva virgen extra.
En el cebadero de los Montes de Toledo, donde se crían nuestras terneras de pasto, tras años de cría y estudio de la influencia de la alimentación en la carne que producen sus animales, han logrado obtener un producto de excepcional ternura y jugosidad, gracias a suplementar el pienso con el que los alimentan con aceite de oliva virgen extra que, además, confiere salud adicional al alimento, por los numerosos beneficios que posee.
En los análisis nutricionales de la carne de nuestras terneras, el 49% de su grasa es ácido oleico, principal componente del aceite de oliva virgen que consumen. Este ácido graso monoinsaturado tiene efectos beneficiosos sobre la salud cardiovascular y hepática, pues aumenta en sangre el llamado “colesterol bueno” (HDL) y reduce el llamado “colesterol malo” (LDL), por lo que refuerza la salud vascular, reduciendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Además, el aceite de oliva virgen es rico en antioxidantes naturales, que evitan el estrés oxidativo celular. Además, sus vitaminas K y E previenen el envejecimiento prematuro de la piel. También es sabido su efecto en mejorar la respuesta inmune y su empleo moderado en dietas de adelgazamiento, pues acelera el metabolismo, favorece el tránsito intestinal y aporta grasas saludables.
Por todo ello, la carne de las terneras de Vuelta y Vuelta es especialmente saludable, jugosa y sabrosa, debido a ese suplemento de aceite de oliva virgen extra. Esto lo comprobarás cuando la pongas en una sartén (no suelta agua y emite un aroma inigualable) y la saboree tu paladar.
Y, por supuesto, tenemos cría familiar y nuestras terneras, durante su año de vida, están libres en el campo, son terneras de pasto, ¡terneras felices!