Las mermeladas tienen muchos usos, pero no está muy extendido el uso de la mermelada acompañando a la ternera y, sin embargo, marida bastante bien.
Quizá los más carnívoros se echen las manos a la cabeza, pues quieren disfrutar de ese sabor intenso de la carne roja sin ningún aditivo que lo camufle, pero muchos chefs usan la mermelada para hacer salsas que acompañen a las carnes rojas en general y a la ternera en particular.
Y es que ese sabor dulce que aporta la mermelada contrasta con el sabor de la ternera y puede convertirla en una delicia aún mayor.
Sin duda, las mermeladas clásicas para la carne son la de tomate, la de cebolla o la de pimiento, todas con una base de ingredientes “salados”, no dulces. Sin embargo, las de higo, arándanos, ciruelas rojas o la de peras al vino y especias serán también un acompañamiento original para una pieza de carne hecha a la brasa, a la plancha o al horno.
Os dejamos un enlace para elaborar vuestras propias mermeladas.
También se están popularizando las hamburguesas con mermelada de fresa o incluso los cachopo con mermelada de tomate. Vamos, fusión en estado puro para los que gusten de la mezcla agridulce que aporta la mermelada a cualquier plato.
Es decir, aunque suene sacrilegio, para gusto se hicieron los colores y no hay que descartar esa mezcla de dulce y salado, ni siquiera para la carne de ternera.
Y de nuevo, no nos cansamos de repetir: aunque comas poca carne, que la que comas sea de calidad, como la de las terneras de Vuelta y Vuelta. Son terneras de pasto, viven en libertad todo el año y se alimentan de hierba y un forraje que lleva un 1,5% de aceite de oliva virgen extra, que le confiere un sabor y una ternura especiales, aparte de ser carne sana porque sus grasas son extra-oleicas, gracias a ese AOVE. Y, además, son ¡terneras felices!