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Carne de ternera a la piedra

Un chuletón fileteado y a la piedra es un auténtico placer para el paladar

Una de las maneras más auténticas de cocinar la carne de ternera es “a la piedra”, pues ofrece todos los matices de su sabor, no pierde jugos y es un auténtico placer para el paladar.

Normalmente la ternera a la piedra la hacen los restaurantes especializados en carnes a la piedra, pero es algo que también podemos hacer en casa, y es lo que os vamos a explicar en esta ocasión: cómo hacer carne de ternera a la piedra en casa.

Lo primero es hacerse con una piedra plana que aguante las altas temperaturas y que no se quiebre al enfriarse. Hoy en día venden este tipo de piedras, normalmente con asas, lo cual facilita mucho el manejo y, en cualquier caso, mármol, granito o piedras volcánicas son las recomendadas.

Como siempre, deberemos atemperar la carne, nunca ponerla en la piedra caliente según la sacamos del frigorífico. Una hora antes será lo ideal, para que alcance la temperatura adecuada.

Hay distintos tipos de piedra sobre la que cocinar la carne

Encenderemos el horno arriba y abajo a 190-200 grados e introduciremos la piedra en la parte central, para que se vaya calentando poco a poco. La dejaremos allí durante unos 30-50 minutos y, transcurrido este tiempo, la sacaremos y colocaremos en la mesa para proceder al cocinado de la carne (con cuidado de no quemarnos y protegiendo la zona de la mesa donde se vaya a poner). Para mantener el calor de la piedra podemos usar quemadores de alcohol, que a menudo vienen con la piedra si se compra un pack para este tipo de cocinado.

Engrasaremos la piedra, con aceite o, mejor, con grasa de la misma carne (si asamos chuletón de ternera no será difícil recortar un pedazo), que restregaremos por la superficie de la piedra). Cuando empiece a humear, es momento de colocar la carne sobre la piedra.

Lo ideal es filetear la pieza de carne en tiras de alrededor de un centímetro de grosor, a tamaño “bocado”, para que cada comensal pueda manejar su propio trozo y dejarlo en la piedra el tiempo necesario para que quede a su gusto, eso sí, no muy pasada, para que conserve su sabor y se aprecien todos los matices de una buena carne.

Una vez cocinada y ya fuera de la piedra, añadiremos la sal al gusto. Las escamas le dan un toque delicioso a la carne a la piedra.

En cuanto al corte más adecuado para cocinarlo a la piedra os recomendamos el chuletón, el entrecot o el solomillo.

Y ya solo queda… ¡disfrutar del sabor de la carne de ternera a la piedra! Que, si es de Vuelta y Vuelta, el éxito está asegurado.